lunes, 1 de marzo de 2010

¿A qué jugabas?

Antes de nada, he estado ausente a causa del curro. Vamos, que además de ir al trabajo, he estado trabajando, a pesar de currar para el estado (Fiebre, cómo me has cazado) y a causa de ello, he tenido que aparcar el tema del blog unos días. Pero ya estoy de vuelte con más historias y devaneos.
Viendo a los chavales de ahora, con sus consolas y videojuegos (yo también tengo ¿eh?), se me antoja recordar a qué jugaba yo de najo.

Las actividades que practicábamos eran muy distintas a las de ahora. Los tiempos cambian. Y mucho.

He dividido los juegos en tres grupos. A saber:


-Juegos en los que no necesitabas nada. Solo tú, tu cuerpo y a otros como tú.

-Juegos en los que se necesita algún objeto.

-Juegos de equipo.

Los pertenecientes al primer grupo eran juegos muy socorridos por la sencillez que requerían para jugar. Algunos eran:

. El escondite: Bueno, ya sabéis. Uno pringaba, contaba hasta... ¿50? ¿100? Y después buscaba a todos los demás hasta encontrarlos. De este juego había varias versiones como el bote, la liebre,... pero todas atendían a la premisa principal de esconderse.


. El rescate: Muy sencillo. El juego consistía en correr como un cabrón. Ni más ni menos. Se hacían dos grupos más o menos iguales, unos eran los perseguidores y otros los perseguidos y despues... ¡A correr unos detrás de otros como si no fuera a amanecer nunca más! (hay que decir que esta clase de juegos fomentaba el ejercicio) Los que eran cogidos se llevaban a un sitio apartado y se iba haciendo una cadena humana. Un extra del juego era que si uno de los integrantes del equipo perseguido tocaba esa cadena humana, automáticamente toda la cadena estaba "salvada" y podían todos los que la formaban volver a correr como si les persiguiera el Diablo. Era por ello que siempre un perteneciente a los perseguidores se quedaba cuidando esa cadena para que ningún perseguido se acercara, o por lo menos lo tuviera más difícil.


. Churro, media manga o manga entera: También dos equipos. Uno se ponía en una cadena, agachados, con la cabeza metida entre las piernas del compañero de delante, formando una superficie de espaldas listas para que el otro equipo saltara sobre ellas. Más o menos el juego consistía en, por un lado el equipo que saltaba tenía que intentar que la cadena de espaldas se rompiera por algún sitio y por otra, el equipo que hacía de "burros" tenía que aguantar todo el peso hasta que acabaran de saltar todos. La cruedad de los niños hacía aquí su aparición y no dudábamos en saltar más alto y más duro sobre el más débil. Todo valía con tal de conseguir la victoria, y no se hacían prisioneros.



. El pingüino: Otro juego de patio de recreo bastante cruel. Dudo que la sociedad de ahora lo permitiese, pero hace veinticinco años era de lo más normal.

El juego consistía en hacer un círculo sobre la tierra de unos 4 ó 5 metros de diámetro, alrededor del cual se situaban los jugadores. En el centro del círculo se situaba un especimen de rodillas, alias "el pingúino" y a su lado otro, de pie, alias "el que cuida al pingüino". La misión de los jugadores era penetrar en el interior del circulo, donde serían vulnerables para dar de collejas al pingüino sin que el cuidador les tocara, la del cuidador era el de intentar tocar a algún jugador dentro del círculo y la del pingüino, aguantar la somanta de hostias que le caían. La gracia también estaba en la alternancia en las posiciones que se producía cuando el cuidador tocaba a alguien dentro del círculo. El tocado pasaba a ser pingüino, el pingüino a cuidador y el cuidador a jugador del extraradio. Así todo fluía naturalmente dejando a las malvadas mentes de los niños funcionar.

. Mosca: Otro juego de hostiejas. Cinco minutos antes de que viniera el "profe" o la "seño" los chavales nos poníamos en dos filas haciendo un pasillo al lado de la puerta de entrada a clase, esperando a todo aquel, pobre diablo, que hubiera salido por despiste o al servicio... Al entrar a clase, tenía sendas filas de gente con la mano levantada ávidos de estrellarla contra su cabeza por su zona occipital. En fin... No way out.

Había muchos más. El veo, veo, Tris tras, la zapatilla por detrás, ...también depende de la localización geográfica (estos que digo son de la zona centro), pero la entrada se haría muy larga y la gente se me aburre. Mañana hablaremos de otro grupo de juegos.

9 comentarios:

  1. jaja Jimmy qué recuerdos me has traido...en el patio del colegio con la "faldita del uniforme" jugando a churro..¡qué bueno! Besos

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  2. Churro, media manga y mangotero, según recuerdo. O al menos así lo llamabamos nosotros. Pero creo qu no eran de equipo, cada cual iba a su bola. Y luego estaba dola o pídola. Ese para otra entrada

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  3. jajajaja Pues yo solo recuerdo el escondite y levemente el de saltar encima de los "burros" Lo que no se es si se me habrán olvidado, o no los jugué nunca, luego estaba el de médicos, el que mas me gustaba, que era la iniciación a la sexualidad...jajaja
    Policías y ladrones, pero no recuerdo en que consistía, espadachines, a la guerra, también me gustaba mucho, y dentro de esto a los espías...
    Salud

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  4. jajajjajaj
    Yo es que era un poco lagartona,me gustaba más jugar al juego de la botella y al conejo de la suerte,para quitarle el novio a más de una bruja del cole jajjaja
    Mi prefe,el teje.
    Ainsss qué recuerdos!

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  5. El "churro, media manga, mangotera" ha dado muchos lumbálgicos actuales :)
    Lo del "zis-zas, la zapatilla por detrás" tenía su máximo exponente en mi progenitora. Ella era especialista en el tema, ains ¡qué recuerdos, ejem!

    Y no sigo cazándolo quedese tranquilo, porque esas ausencias "a pesar de" me dan que pensar en algo... que mejor no meneallo.

    Un beso.

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  6. Mi querido amigo, en mi infancia no tengo peor recuerdo que cuando escogían a los jugadores de fútbol uno a uno y yo me quedaba el ultimo. Incluso a veces tenía que jugar de pelota o de poste de portería.

    Siempre suyo
    Un completo gilipollas

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  7. Pues yo como vivía en un pueblo, cuando salía por la tarde llegaba a casa y mi madre ya me tenia la merienda de Nocilla luego cogía la BH y me iba con los amigos a la montaña (concretamente a un basurero) y allí encontrábamos de todo (despertadores, juguetes, etc) y nos divertíamos tirado piedras. Además por el camino como estaba lleno de fincas robábamos maíz y melocotones para nuestra casa. En fin que aquí estoy de sano y no me ha pasado nada aún cayéndome mil veces de la bici porque todo hay que decir, las BH pesaba lo suyo. Ah el pueblo era Alcanar (el último pueblo de la provincia de Tarragona-cataluña) Saludos a todos.

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  8. #Winnie0- ¿Faldita de uniforme? Bueno... seguro que no era el mejor atuendo para jugar a eso.

    #Francisco- Sí. Se podía llamar de varias maneras y tener variantes, según la localización.

    #Genín- El de los médicos era un juego para "avanzados". Ademas, era muy completo, enzeñaba, entretenía y creaba adicción.

    #S.- ¿Quitar el novio? Entonces... ¿Quién era la bruja?

    #Fiebre- Todos eramos expertos en algún juego en concreto, o que se nos daba mejor. A tu madre, el de la zapatilla, a mí, la peonza. En fin, cada uno el suyo. Luego también estaba uno en el que eras totalmente negado.

    #Completamente gilipollas- Cojonudo. Ya somos del mismo club.

    #Francesco- Lo de tirar piedras era también un entretenimiento nuy socorrido en mi entorno. El juego se acababa cuando se descalabraba a alguien.
    Y lo de la BH... ¡Que decir! Yo tenía una azul de paseo (con cestita)y suspiraba por una Cross BH. (mucho más viril, dónde va a parar)

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  9. Pues el pingüino no lo conocía...pero no me sorprende, nosotros nos tirábamos de todo, piedras, palos, brevas (cuando están duras no veas, y cuando están maduras que asco), cachos de giganteas...en fin.

    Al rescate en mi pueblo lo llamábamos "vaca plantada", yo no lo entendí nunca el nombre, pero me corría como un gamo.

    Recuerdos :-)

    Salu2

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