Allá por mi época de melovoyacomertó, corrían los principios de los noventa y me iba con los colegas a la discoteca del pueblo.
He de decir, que todos mis esfuerzos, todos mis pensamientos estaban dedicados a intentar comerme algo. Si lo conseguía, era un triunfo y estaba más cerca de ser el "macho alfa" y si no, era un jodido fracaso y me iba a mi casa con el rabo entre las piernas. Así de simple. (algunos me tacharán de machista cabrón, por esto y por lo siguiente, pero no es eso, es sinceridad y, como digo siempre, no se puede luchar contra los genes)
Al principio, durante la musiquita comercial, echaba un ojo a las titis de la disco e iba seleccionandolas. La principal..., la primera reserva..., la segunda reserva... en fín, una lista mental de prioridades. Influían muchas cosas en esa lista: por supuesto influía si la chica en cuestión estaba de buen ver, también el cómo se movía, cómo vestía, si pertenecía a alguna tribu urbana chunga, y sobre todo, si alguna vez me miraba y yo notaba "algo" en su mirada. Eso eran ya 1000 puntos.
Después, esperaba a que sonaran las "lentas" para el ataque. Iba preguntando con toda la simpatía que podía a cada chica por el orden de preferencia mencionado antes: -¿Bailas?, -¿Quiéres bailar conmigo?
En el (difícil) caso de que alguna respuesta fuera afirmativa, sumaba 1000 puntos más y sacaba a bailar a la chica.
Fase 1: Lo primero era el agarre. Yo rodeaba a la chica por la cintura y me agarraba la muñeca de la mano izquierda con mi mano derecha, a una distancia prudencial del trasero. Luego veía a ver la calidad del agarre de ella y su proximidad hacia mí.
Fase 2: Estrechaba poco a poco, muy poco a poco el agarre y la acercaba a mí. Evidentemente los espacios se cerraban y partes del cuerpo que antes no se rozaban, ahora estaban en contacto (con la ropa puesta, se entiende). Si la chica no decía nada, 1000 puntos más.
Fase 3: Se apretaba un poco más el agarre a la vez que bajaba la mano hasta que la distancia prudencial al trasero disminuía hasta cero, sin llegar a resultar soez, o sea, a poquitos y con mesura. También acercaba mi boca a su oreja y dejaba que notara mi presencia más de cerca.
Si la chica no decía nada, otros 1000 puntos.
Y claro está. Con tantos puntos a favor, había que entrar al trapo antes de que se acabaran las canciones, o te podías quedar a mitad y los dos con cara de gilipollas.
Llegados a ese punto, el porcentaje de victorias era bastante aceptable, aunque siempre había alguna que sumando todos los puntos me dió calabazas en el último momento.
Indagando por ahí, he encontrado "El arte de la seducción" en http://www.personal.able.es/cm.perez/seduccion2.htm. Un artículo bastante curioso, del cual extraigo este trozo, que me ha llamado la atención:
"...Yo ya he aprendido de uno de mis grandes errores con las mujeres: Ir detrás de ellas. Al fin y al cabo es honestidad, no haces mas que mostrar lo que sientes, sientes que debes de estar disponible para ella y te parece bien su propuesta de donde salir, la quieres, te das de esa manera, te adaptas, eres el primero en decir te quiero, lo sientes dentro y lo sueltas ¿Porque fingir o hacerse el duro? ¿No es el amor sinceridad? Te vacías, le cuentas lo bien que estas con ella, el futuro que te gustaría compartir, nunca llegas tarde a una cita (te parece que eso es poco serio y le quieres de mostrar que eres fiable, que te encontrara siempre que te espere), estás enamorado y te das... Si algún problema aflora sales decidido enarbolando la bandera del compañero protector. Le haces ver que ella es diferente a todas, intentas aumentarle su autoestima. Quieres demostrarle que eres mucho mejor que su "ex" que era un desgraciado y que la llevaba a mal traer. En el sexo antepones su placer al tuyo (has leído demasiadas cosas sobre hombre egoístas y tu no quieres ser así). Quieres demostrarle que eres diferente, te das a tope... te machacas en el gimnasio para estar 10, te da miedo el no ser suficiente para ella, la ves tanto para ti, que temes que si no haces el esfuerzo ella no lo hará.
Eludes la discusión porque ves un peligro en ella, realmente ella no te conoce enfadado. Te da miedo enfadarte porque crees que es mejor no hacerlo, te controlas y te lo guardas. Planeáis juntos como plantear su vida laboral para que le vaya mejor, te alegras cuando ha dejado de fumar, la apoyas en sus días bajos, la escuchas, te preocupas por su familia... haces todo lo que crees que debes hacer para que se enamore fuertemente de ti... porque tu ya lo estas...
!NO! !NO! !NO! !MAL! !MAL! !MAL!
Amigo ¿Te ha pasado alguna vez esto? ¿Si? ¿Verdad que la querías con locura?... Pues bien, ahora recuerda aquella tía que se quedo colgada locamente por ti... ¿Recuerdas que no le hacías mucho caso? ¿Que de vez en cuando le dabas un flash de alerta?.
Nunca estés disponible al 100%, nunca le des total seguridad de que te tiene seguro, déjale siempre una sombra de duda, no dudes en cambiar uno de los puntos anteriores hacia su opuesto. Si crees que debes gritarle, grítale, si estas muy "cerca" aléjate, mantén un cierto desconcierto, un "si pero no", así estará alerta todo el rato.
No renuncies a tu vida ni a tus amistades, demuéstrale que tienes una vida plena sin ella, que podrías sobrevivir sin ella.
¿Qué es lo más difícil? Piensas que esto no es verdad, que la sinceridad tiene que estar por encima de todo. ¿Como le vas a decir que no tienes ganas de salir si te mueres por estar con ella? ¿No es el amor sinceridad y el demostrar a cada momento lo que sientes realmente? ¿Porque tengo que mentir?....No lo sé amigos, la cosa funciona así no me preguntéis porque, todos perdemos el interés ante lo seguro y nos volvemos locos ante lo volátil..."
Eludes la discusión porque ves un peligro en ella, realmente ella no te conoce enfadado. Te da miedo enfadarte porque crees que es mejor no hacerlo, te controlas y te lo guardas. Planeáis juntos como plantear su vida laboral para que le vaya mejor, te alegras cuando ha dejado de fumar, la apoyas en sus días bajos, la escuchas, te preocupas por su familia... haces todo lo que crees que debes hacer para que se enamore fuertemente de ti... porque tu ya lo estas...
!NO! !NO! !NO! !MAL! !MAL! !MAL!
Amigo ¿Te ha pasado alguna vez esto? ¿Si? ¿Verdad que la querías con locura?... Pues bien, ahora recuerda aquella tía que se quedo colgada locamente por ti... ¿Recuerdas que no le hacías mucho caso? ¿Que de vez en cuando le dabas un flash de alerta?.
Nunca estés disponible al 100%, nunca le des total seguridad de que te tiene seguro, déjale siempre una sombra de duda, no dudes en cambiar uno de los puntos anteriores hacia su opuesto. Si crees que debes gritarle, grítale, si estas muy "cerca" aléjate, mantén un cierto desconcierto, un "si pero no", así estará alerta todo el rato.
No renuncies a tu vida ni a tus amistades, demuéstrale que tienes una vida plena sin ella, que podrías sobrevivir sin ella.
¿Qué es lo más difícil? Piensas que esto no es verdad, que la sinceridad tiene que estar por encima de todo. ¿Como le vas a decir que no tienes ganas de salir si te mueres por estar con ella? ¿No es el amor sinceridad y el demostrar a cada momento lo que sientes realmente? ¿Porque tengo que mentir?....No lo sé amigos, la cosa funciona así no me preguntéis porque, todos perdemos el interés ante lo seguro y nos volvemos locos ante lo volátil..."
A mí me a pasado, ¿Y a vosotros? ¿Y vosotras qué pensais?
"Si lo conseguía, era un triunfo y estaba más cerca de ser el "macho alfa" y si no, era un jodido fracaso y me iba a mi casa con el rabo entre las piernas."
ResponderEliminar¿Pero no llevabas siempre, en cualquier caso, el rabo entre las piernas?...jajajaja Permiteme la bromita mala, no lo he podido evitar.
Y totalmente de acuerdo con el extracto del libro, yo tampoco se porqué, pero es así...
Es que son raros, estos romanos camarada...jajaja
Salud
Todo un manual, del cual intentaré aprender algo, cosa realmente difícil en mí.
ResponderEliminarYa te diré si funciona.
Como me recuerdas a los pesados que me rondaban a la hora de la música lenta. Yo siempre desaparecía en ese momento.
ResponderEliminarJajajjaja
SU-BLI-ME.
ResponderEliminarUn post como la vida misma, de un hombre sin complejos. Y que cuenta las cosas claritas.
Me ha dado un regusto nostálgico. Como dice Cabreada, ahí estábamos nosotras (bueno, yo en los 90 no, que ya andaba más ´sueltecita´juas) para apartar la mano como posesas.
Me ha encantado.
Claro que siendo lector de mi Food...¡no podía esperar menos!
Bueno....los hombres si sois malos ya nos tenéis...
ResponderEliminarSi me hubieras conocido a mi,te hubiera empotrao en algún rincón de alguna discoteca...ainssss a la luz de los focos,qué bonito!
# Genin- Lo del rabo entre las piernas era para que alguien hiciera la broma, y tú has sido el primero, je, je.
ResponderEliminar# El manual no sé si funcionará, pero tiene grandes expectativas...
# Cabreada- Pero mujer... ¿Te ibas en el mejor momento de la noche?
# Fiebre- Gracias por tu visita y tus comentarios. Aah! La nostalgia!
# S.- Si ya lo sabía yo que os gustan malotes. Seguro que si el Duque hubiera sido un estudiante empollón no se hubiera comido ná.
Por otro lado... a lo mejor ya nos hemos conocido y no lo sabemos!
Te ha quedado muy redondo.
ResponderEliminarLa forma de atacar en la discoteca es de manual post ochentero :-D Creo que alguna vez todos lo hemos hecho. Luego cada uno depura su técnica :-D
El extracto del manual de seducción es para enmarcarlo. Y además sirve tanto para hombres como para mujeres. En el fondo somos muy parecidos. La diferencia es que nosotros tenemos que leerlo en un manual...y ellas lo escribieron. :-D
Salu2