miércoles, 19 de mayo de 2010

Masoquismo


He resuelto que a los españoles nos mola el tema de que nos metan caña, me explico:

Ya sabéis, no hace falta que lo recuerde, que estamos en crisis y que la pasta se escapa entre los dedos como granos de arena fina, la gente está a la quinta pregunta y hay un mal rollito generalizado que fluye por el aire.

Pues bien, los productores de televisión, que son muy listos los jodíos y que ya saben de antemano que a la gente le gusta sufrir, se sacan de la manga unos programas titulados "Mira quien vive aquí", "Las vida de las ricas", "Casadas con Hollywood"... o algo así. Programas en los que se ven a los ricachos y ricachas de turno vacilando de toda la pasta que tienen, pero es que además lo hacen con recochineo, como diciendo "Jódete, puto parado de mierda, que a mí me salen los billetes de quinientos de las orejas"

El caso es que tienen mucha audiencia. O sea, que a la gente le mola el rollito masoca, sino, no me explico.

Yo a lo máximo que llego es a pegar palmaditas en el culete a la que quiera. No cobro mucho y las doy flojitas, casi de caricia, oyes.


viernes, 14 de mayo de 2010

martes, 11 de mayo de 2010

Chupasangres diminutos

Hoy, acariciandole el cogote a Pepe, el perro cabrón al que alimento y doy cobijo, noté un bulto. Dije para mis adentros: "Joder, ya ha pillado garrapatas el muy cabrón (valga la redundancia cabrona)".

En efecto. Una garrapata como una judía estaba enganchada chupando la sangra perruna del pobre Pepe. Un leve giro de muñeca en sentido de las agujas del reloj y el insecto se desprendió del can, pisotón y una vida más que tendré que expiar en el purgartorio.

Entonces se me vino a la cabeza que antes, ese tipo de parásitos también afectaban a los humanos en mi entorno natural.




El piojo Pedrín García feliz porque hay una melé de niños


Me acuerdo en el colegio que, de vez en cuando, había una inspección de piojos. A todos los niños se les miraba el pelo e iban separando a los "infectados" para que estuvieran en sus casas de cuarentena.

Anunciaban champús especiales contra los piojos y liendres cuando era época de esos bichos.

Sin embargo ahora, no percibo que se dé de nuevo esa situación, supongo que porque hay más asfalto por donde vivo y los piojos se han ido a vivir a otro sitio. También puede ser que todavía no tengo hijos en edad escolar (ya pronto), no sé, pero el anuncio de Filvit ya no se emite.

En fín, me libré de unos bichos que chupaban la sangre pero todavía tengo otros mucho mayores: Los bancos con su terrible aguijón, la hipoteca. ¿Alguien tiene algíun champú especial para esto?

jueves, 6 de mayo de 2010

Discriminación


Pues sí. Totalmente discriminado sientome. Me explico:

Soy padre de una niña que va a empezar a ir al cole el curso que viene, y estoy realizando todo el papeleo para la elección del colegio.

La situación familiar es la siguiente: Su madre y yo estamos separados, no porque hayamos estado casados, que no lo estamos (todavía) sino separados físicamente por motivos laborales, o sea, ella trabaja en un sitio y yo 300 Kms mas al sur-suroeste. Nos vemos los fines de semana y cuando se puede. Y así hasta que la situación laboral nos permita vivir en el mismo sitio.

La niña, que antes vivía con su madre, ahora va a vivir conmigo por motivos académicos, así que hace poco que la empadroné en mi ciudad de residencia.

Pues bien, a la hora de pedir un colegio público cercano a mi casa, me dicen que NO TENGO NINGÚN PUNTO porque la niña no lleva empadronada al menos seis meses en mi casa y el programita de turno no acepta el tema. O sea, quicir que un colega de cualquier puta parte del puto mundo que lleve seis putos meses empadronado el la ciudad en la que llevo viviendo treinta y siete putos años va a tener más ventajas que yo.

Viendo el panorama, negro e injusto panorama, me voy a otear un colegio concertado.

Presento los papeles como padre soltero que convive con su hija pero que no convive con el otro progenitor, la pura verdad. Pues bien, la tía de la ventanilla me mira con una cara rara, como no creyéndoselo y me empieza a lanzar preguntas como :

-¿Está usted divorciado de la madre de la niña?

- No.

- ¿Pero está separado? ¿Le pasa pensión?

- No.

- Pues entonces tiene que entrar su novia en el cómputo de la unidad familiar

- Oiga, es que esa opción, no se plantea en el documento de admisión.

- Ya, pero es que ella viene los fines de semana a ver a la niña.

- ¡Joder, como si viene sólo los jueves en los que caiga impar! Le repito que no estoy en ninguna opción de las que ofrece el documento, ni estoy casado, ni soy pareja de hecho, ni convivo con la madre, sin embargo, me llevo de puta madre con ella. O sea, que el cómputo familiar para este documento somos la niña y yo.

- No sé, no sé. Tendré que consultarlo...

En eso que dice mi novia:

- ¿Y si me presento yo como madre soltera?

- ¡Ah! Entonces es distinto. Entonces sí. Ningún problema.

(Imagines y pongan aquí la cara de gilipollas que se me quedó)

En fin... todo esto me recuerda otra discriminacion, a mi entender, parecida que ocurrió cuando nació la niña hace más o menos tres años.

Fuimos a inscribirla al Registro Civil, en Madrid. Cuando llegamos a la mesa donde nos atendía la funcionaria, dimos todos los datos requeridos y antes de irnos pregunté a dicha funcionaria sobre una ayuda de 100 euros en un único pago que daba la Comunidad de Madrid por hijo nacido, tipo el cheque bebé del Gobierno, pero a nivel Comunidad de Madrid.

La funcionaria mira los datos y contesta que no tenemos derecho, ya que mi novia no estaba empadronada en la Comunidad de Madrid, sino en la de Aragón. Entonces le dije:

- Ya. Pero yo estoy empadronado en la Comunidad de Madrid.

- Pero usted no cuenta.

- ¿Como que no cuento? Soy el padre, y digo yo que contaré lo mismo que la madre.

- Pues usted no cuenta.

¿Y no le parece a usted que hay discriminación?

- (Cabreada) No. A mí me parece bien como está.

(Pongan otra vez la cara de gilipollas esa de antes, pero tres años más joven)

El caso es que yo ya me sé las generalidades, ya me sé que hay mucha gente que engaña con el tema de los padrones para pillar un colegio, ya me sé que los tíos somos unos cabrones y no queremos hacernos cargo de los hijos, ya me sé todo eso, toda esa puta mierda.

Pero ME OFENDE PROFUNDAMENTE que se me trate como si no fuera el padre de mi hija y como si no la quisiera, como si fuera a dejarla por ahí tirada en cuanto tuviera ocasión, como si no tuviera sentimientos y no me afecte que me escupan a la cara ese tipo de cosas. Me ofende que me metan en el mismo saco que un hijodeputa, porque parece que ahora somos todos hijosdeputa en potencia.

¿Por qué no tratan a las personas como personas y no como estadísticas?

Llevo un cabreo de la hostia en prosa.

Si veis a un tío con las cejas encendidas, soy yo. No os acerquéis mucho.

lunes, 3 de mayo de 2010

Cambiar

Hay un anuncio en la tele, me parece que de una colonia, que dice que las mujeres se cansan enseguida de las cosas, y necesitan cambios a su alrededor.

Pues bien. Eso ya lo sabía, (borrad eso), eso ya lo sufría yo, porque (afortunadamente) tengo madre y tuve alguna novia que otra.

El otro día, volví a experimentar este curioso comportamiento del cromosoma X de lleno. A mi novia y casi esposa le dio un subidón de hormonas y se puso como loca a mover cosas de la casa. Cogió la taladradora he hizo de la pared un queso, cargó dos veces el destornillador eléctrico y amenazaba con pillar el bote de pintura.



Échate a temblar, pequeño. Pa'lante, pa'trás y percutor.


Yo me escondí en lo más profundo de la casa, pero ella me llamaba... y me llamaba...

Evidentemente, tenía que acudir a su requerimiento (a ver quien no) y me comentaba:

- Mira. ¿Te gusta como ha quedado esto?

- Sí. Muy bonito.

Al rato, me volvía a llamar.

- ¿Y esto? ¿Que te parece?

- Muy bonito.

-¿Que pasa? ¿No sabes decir otra cosa?

- Precioso.

Poco a poco se fue desgastando y se agotaron sus energías, pero sé que volverá a las andadas. Lo sé.