
Pues sí. Totalmente discriminado sientome. Me explico:
Soy padre de una niña que va a empezar a ir al cole el curso que viene, y estoy realizando todo el papeleo para la elección del colegio.
La situación familiar es la siguiente: Su madre y yo estamos separados, no porque hayamos estado casados, que no lo estamos (todavía) sino separados físicamente por motivos laborales, o sea, ella trabaja en un sitio y yo 300 Kms mas al sur-suroeste. Nos vemos los fines de semana y cuando se puede. Y así hasta que la situación laboral nos permita vivir en el mismo sitio.
La niña, que antes vivía con su madre, ahora va a vivir conmigo por motivos académicos, así que hace poco que la empadroné en mi ciudad de residencia.
Pues bien, a la hora de pedir un colegio público cercano a mi casa, me dicen que NO TENGO NINGÚN PUNTO porque la niña no lleva empadronada al menos seis meses en mi casa y el programita de turno no acepta el tema. O sea, quicir que un colega de cualquier puta parte del puto mundo que lleve seis putos meses empadronado el la ciudad en la que llevo viviendo treinta y siete putos años va a tener más ventajas que yo.
Viendo el panorama, negro e injusto panorama, me voy a otear un colegio concertado.
Presento los papeles como padre soltero que convive con su hija pero que no convive con el otro progenitor, la pura verdad. Pues bien, la tía de la ventanilla me mira con una cara rara, como no creyéndoselo y me empieza a lanzar preguntas como :
-¿Está usted divorciado de la madre de la niña?
- No.
- ¿Pero está separado? ¿Le pasa pensión?
- No.
- Pues entonces tiene que entrar su novia en el cómputo de la unidad familiar
- Oiga, es que esa opción, no se plantea en el documento de admisión.
- Ya, pero es que ella viene los fines de semana a ver a la niña.
- ¡Joder, como si viene sólo los jueves en los que caiga impar! Le repito que no estoy en ninguna opción de las que ofrece el documento, ni estoy casado, ni soy pareja de hecho, ni convivo con la madre, sin embargo, me llevo de puta madre con ella. O sea, que el cómputo familiar para este documento somos la niña y yo.
- No sé, no sé. Tendré que consultarlo...
En eso que dice mi novia:
- ¿Y si me presento yo como madre soltera?
- ¡Ah! Entonces es distinto. Entonces sí. Ningún problema.
(Imagines y pongan aquí la cara de gilipollas que se me quedó)
En fin... todo esto me recuerda otra discriminacion, a mi entender, parecida que ocurrió cuando nació la niña hace más o menos tres años.
Fuimos a inscribirla al Registro Civil, en Madrid. Cuando llegamos a la mesa donde nos atendía la funcionaria, dimos todos los datos requeridos y antes de irnos pregunté a dicha funcionaria sobre una ayuda de 100 euros en un único pago que daba la Comunidad de Madrid por hijo nacido, tipo el cheque bebé del Gobierno, pero a nivel Comunidad de Madrid.
La funcionaria mira los datos y contesta que no tenemos derecho, ya que mi novia no estaba empadronada en la Comunidad de Madrid, sino en la de Aragón. Entonces le dije:
- Ya. Pero yo sí estoy empadronado en la Comunidad de Madrid.
- Pero usted no cuenta.
- ¿Como que no cuento? Soy el padre, y digo yo que contaré lo mismo que la madre.
- Pues usted no cuenta.
¿Y no le parece a usted que hay discriminación?
- (Cabreada) No. A mí me parece bien como está.
(Pongan otra vez la cara de gilipollas esa de antes, pero tres años más joven)
El caso es que yo ya me sé las generalidades, ya me sé que hay mucha gente que engaña con el tema de los padrones para pillar un colegio, ya me sé que los tíos somos unos cabrones y no queremos hacernos cargo de los hijos, ya me sé todo eso, toda esa puta mierda.
Pero ME OFENDE PROFUNDAMENTE que se me trate como si no fuera el padre de mi hija y como si no la quisiera, como si fuera a dejarla por ahí tirada en cuanto tuviera ocasión, como si no tuviera sentimientos y no me afecte que me escupan a la cara ese tipo de cosas. Me ofende que me metan en el mismo saco que un hijodeputa, porque parece que ahora somos todos hijosdeputa en potencia.
¿Por qué no tratan a las personas como personas y no como estadísticas?
Llevo un cabreo de la hostia en prosa.
Si veis a un tío con las cejas encendidas, soy yo. No os acerquéis mucho.