Al entrar Godofredo III por la puerta de su gran mansión, su fiel mayordomo, Perkins, le saluda al abrir la puerta:
- Buenos días, hijo de la gran puta. ¿De dónde viene el señor hoy con esa cara de gilipollas amariconado?
- De comprarme un sonotone.
Casi todas las imágenes que salen en este blog, son pescadas en la red, sin ningún ánimo de maldad por parte del que escribe. Si alguien se siente indignado por que he puesto una imagen de su autoría, que me lo diga que la quito ipsofáctamente.
pobre!!!! jaja
ResponderEliminarJe, je.
ResponderEliminarSin palabras.
Quien siembra vientos, recoge tempestades.
Jejeje. Una buena forma de escurrir el "bulto".
ResponderEliminar:-)
Jajaja. Si es que no se puede ser sutil. Hay que decir las cosas claras
ResponderEliminarAnda, que si hubiera ido al grano, otro gallo le cantaría, jajaja.
ResponderEliminarSe quedó con las ganas !!!!!
ResponderEliminarjajajaja ¡Cuanta pasión! jajaja
ResponderEliminarSalud
Deberia haber dicho no llevo taparabos,quizas hubiera cambiado la situacion,o no?
ResponderEliminarSaludos
Tal vez lo que quería decirle es que llevaba bragas, que ha cambiado de acera.
ResponderEliminarpues claro,es que el tio es bastante feo el joio
ResponderEliminarjajajaja
ResponderEliminarqué bueno!