lunes, 26 de abril de 2010

viernes, 23 de abril de 2010

Alma


Me voy a poner místico:

¿Existe el alma?

Pues la verdad, ni puta idea. No me aventuraría a afirmarlo o negarlo tajantemente, pero hay un par de cosas que se me ocurren al caso.

Primero, todas las cosas en este mundo están hechas de moléculas, que a su vez se dividen en átomos, que a su vez se dividen en... bueno, ya sabéis, que al final todo está hecho de la misma materia, organizada de una u otra manera.

Entonces, digo yo: Materialmente hablando, ¿Qué es lo que me diferencia de una piedra, de una mesa, de un ladrillo...? Más todavía: ¿Qué es lo que diferencia a una persona viva de otra muerta?

Quiero decir que si alguien en estado viviente tiene una composición de X protones, Y neutrones y Z electrones, ¿Cambiaría esa cantidad X, Y y Z cuando muriera, o permanecería inmutable?

Si por un lado, hubiera cambio de materia, esa "cosa" que diferencia la vida de la muerte tendria un peso, una tangibilidad y si por otro lado, no hubiera cambio de materia, esa "cosa" sería intangible, sería más parecido al espíritu o.... al alma.



Vaya brasa ¿eh?






lunes, 19 de abril de 2010

viernes, 16 de abril de 2010

Guerra



Estamos en guerra.

Todo el mundo. En guerra total. Pero no me refiero a la guerra convencional sino a la guerra cotidiana de todos los dias. Una guerra que por su carácter de presencia en todo momento y continuista, ha dejado de percibirse como tal. Me explico:

Millones de espermatozoides entran en guerra. En una carrera a muerte en el que sólamete el primero que llegue a la meta se llevará el premio. Ésta es la primera de las luchas de la vida; después vendrán muchas más. Desde que nos conciben empezamos con la batalla. Nuestras defensas empiezan a luchar, a entrenarse contra todos los invasores que intertarán enfermarnos, y después de cada batalla perdida y ganada, nos fortalecemos.

El niño de al lado desea nuestro jugete preferido. Él tiene uno, pero quiere más, quiere también el mío. No se lo permitiré.

Esa chica de ahí es muy guapa. Me gusta. Pero está mirando a Alfonsito... Odio a Alfonsito. Veré lo que hago para eliminarle. Quizá me compre esos pantalones que me marcaban más el paquete, y comprarme colonia nueva. Tengo que conseguir que salga conmigo.

Mis padres no me entienden. No me dejan hacer lo que quiero cuando está claro que es lo mejor para mí. ¿Cómo me las apañaré para engañarles? Son muy duros de pelar.

El profesor me tiene manía. No me quiere aprobar. Sin embargo a Alfonsito le aprueban todas. Es posible que tenga que estudiar más.

En la entrevista de trabajo de hoy había mucha gente. No sé que tal me irá. Quizá tenga que prepararme más para quitarme a toda esta gentuza de encima.

El jefe quiere que haga una hora más al dia pagándome lo mismo. ¡Qué cabrón! En cuanto pueda se la juego.

Estamos en guerra.

martes, 13 de abril de 2010

viernes, 9 de abril de 2010

Instinto básico


En lo que se refiere al origen del hombre, entendiendo hombre como especie humana, (no te mosquees Bibiana) soy Darwinista.

No creo que seamos el centro del universo ni que provenganos del calzonazos de Adán, que se dejó llevar. No me considero nada egocentrista en estos temas. Al contrario, soy de los que piensan que somos uno más, con la suerte o desgracia de estar en lo alto de la pirámide evolutiva (¿Seguro?), pero uno más dentro de la fauna terrestre.

Y es que si nos ponemos a contar cuántos instintos animales conservamos, son muchos. Los instintos son esas fuerzas que no se aprenden, que te hacen saltar sin pensar en cómo saltas. Ya me comprendéis. Sólo el miedo que por algún tabú tenemos a mostrar algunos de estos instintos delante de la sociedad hace que se camuflen un poco, pero ciertamente están ahí.

Instinto de Supervivencia y de petición de auxilio:
Está muy claro. Nos agarramos a un clavo ardiendo por un segundo más de vida. Como todo Dios.

Instinto de protección de la camada:
Como dice la Esteban: Yo por mi hija ma-to. Y supongo que los demás también.

Instinto de conservación de la especie:
Vamos, el que nos induce a procrear y a follar como locos. Suele saltar a una determinada edad.

Instinto de territorialidad:
Imaginaos que estáis en la playa y habéis colocado la sombrilla, las toallas, las neveras,... en fin, que habéis cogido sitio y habéis plantado el culo. Se forma una barrera invisible alrededor de ese sitio. El instinto salta cuando alguien se salta esa barrera y se pone "demasiado cerca". No sé a vosotros, pero a mí se me salen los caninos solos.

Instinto de propiedad:
Probad a quitarle el juguete a un niño, ya veréis lo que pasa.

Instinto de caza:
Hay mucha gente que ha perdido este instinto. A mi se me pone el rabo tieso (como un pointer) y señalo a la vez que olisqueo cada vez que pasa una tia buena. (Borrad eso) Cada vez que pasa una tía.

Si es que somos muy animales...