miércoles, 28 de enero de 2009

La fábrica de potitos 3

Capítulo zri

Pasadas un par de horas, Adalberto se encontraba ya en la última planta de los garajes de la calle quincuagésimo segunda, en las afueras de la ciudad, donde había quedado con Anacleta para la supuesta entrega del vídeo que demostrara la infidelidad de Alex.

No tuvo que esperar mucho más para que la figura de Anacleta se dejara ver. Era un zorrón impresionante, quiero decir, que era un impresionante zorrón.

Iba acompañada de un sujeto. Alto fornido y guapito de cara, como la comepollas de Eusebia, pero en tío. Adalberto no dudó ni un momento que Anacleta y el guapito se lo hacían y le ponían la cornamenta al capullo de Alejandro. Ahí es cuando Adalberto, estirando al máximo sus dotes deductivas, vio un gran filón para descubrir a Anacleta.

El guapito de cara recién levantado, para que vean que todos tenemos momentos malos.


- Ya veo que traes compañía.

- Sí, ya ves. No me fío de los detectives de mierda.

- Ya. Bien. Bien... Bueno..., ya tengo el vídeo con lo que querías. Han hecho los dos una buena interpretación.

- ¿Les pillaste con las manos en la masa?

- Más bien les pille con otras cosas en otras cosas. ¡Te diré!

- Perfecto. Excelente. Por fin la fábrica de potitos será mía. Me libraré del capullo integral de Alejandro Merdario y nos podremos ir juntos a Zarzaparrilla de los Zarzaparrales, como es nuestro sueño. Dirigiéndose al guapito.

Entonces Adalberto, con la sutileza que le caracterizaba, se desprendió de la cámara oculta que llevaba oculta y señalándola dijo:


La cámara oculta que Adalberto levaba oculta


¿Que dijo Adalberto? ¿Que cara pondrán Anacleta y el guapito de cara? ¿Cómo se desarrollarán los próximos acontecimientos? y, lo que es más importante, ¿Es consciente Coco de que sólo es un muñeco?
Todo esto y mucho más en el cuarto y último capitulo de éste escalofriante relato.

jueves, 22 de enero de 2009

La fábrica de potitos 2

Capítulo tu

La cuestión es que esa noche, la espeluznante, sí. Adalberto se decidió a terminar el trabajo, pues su excelente intuición le decia que así iba a ser. Bueno, su intuición y que minutos antes, mientras hacía guardia enfrente de la puerta de la casa de Anacleta, un pisito muy discreto entre Serrano y Recoletos, vió a Alejandro salir del sex-shop, donde acababa de comprar vibradores diversos, preservativos comestibles, el muñeco "Big Jonh" y una suculenta colección de películas de la más selecta X.

Big Jonh en todo su esplendor

Anacleta, por esas horas se estaba ocupando de la adquisición de la fábrica de los potitos, con lo cual, la combinación entra Alex, Eusebia, y las adquisiciones hechas en el sex-shop podría ser interesante. Y ahí iba a estar Adalberto para filmarlo todo.
En efecto, la cosa se puso dura. Primero hincharon a Big Jonh y le hicieron partícipe de los consoladores. El trío de carne-goma-carne era impresionante, digno de ver. Adalberto estaba tan emocionado que, durante un parón de la película que se proyectaba en la habitación del vicio "Las afiladoras de sables vuelven al ataque" y mientras Alex y Eusebia se comían un profiláctico de limón, sin querer se le cayó la cámara Sanyo, un pastón por cierto, haciendo un estruendoso ruido con la consiguiente consecuencia: Adalberto fue descubierto.


Adalberto momentos antes de ser descubierto

- ¿Por qué no te unes a nosotros? dijo Eusebia.

- Déjalo, Eusebia. No seas tan put... digoooo, da igual. Esto ha sido cosa de mi mujer. Ahora sí que estoy perdido. Perdido y arruinado. ¡Buaaaah, buaaaaah!

Adalberto se impresionó al ver a un hombre de la edad de Alejandro llorando como un niño.

- Pero hombre, no llore que no es para tanto. Por lo menos tiene a la chacha pillada por las cachas.

- ¿Que no es para tanto? Replicó Alex. - Sepa que Anacleta lleva desde que nos casamos con la idea de quitarme la empresa de potitos, y como no di mi brazo a torcer, me maltrataba. Mire, mire cómo tengo el brazo, llenito de cardenales, y mire en los pezones, me daba pellizcos. Todo esto me ha llevado a echarme a los brazos de Eusebia, que me comprende, y ahora mira, pillado por una mierda de detective.

Los ojos de Adalberto se entrecerraron.

- Oiga, oiga, sin faltar. Esto lo podemos arreglar fácil.

- ¿Sí?, ¿Cómo?

- Pues mirusté. Está claro que la zorra de su mujer me ha contratado para que le ponga más fácil el quedarse con la fábrica de potitos. Y como yo soy el personaje bueno de la novela, pues no lo puedo permitir. Así que desde este momento cambio de bando, ¡Hala! Pero no sin que antes retire lo de mierda de detective.

- Vaaale, lo retiro.

- Y que pida perdón.

- Perdoooon.

- Perdone usté, señor detective.

- Perdone usteeee, señor detectiiiiveeee...


Alejandro pidiendo perdón a Adalberto

- Bien, ahora sí. Ahora vamos a hacer lo siguiente: me encontraré con Anacleta en un lugar convenido y fingiré que tengo el vídeo de Usted y Eusebia haciendo guarredidas españolas, entonces, ella hablará sin tapujos de su malévolo plan para hacerse con la fábrica de potitos y yo lo grabaré todo en una cámara oculta que llevaré oculta.

- ¡Buena idea, señor detective! Dijo Eusebia.

- Gracias guapita de cara, pero aún no hemos hablado del precio por este servicio.

- Pagaré lo que sea, señor Adalberto, lo que sea por salvar mi fábrica de potitos y joder a esa puta de Anacleta.

- Bien, bien... Pues de momento... ¡Tú, chacha! ¡Guapita de cara! ¡Vete amorrando al pilón! Y luego tú, Alex, me vas a pagar el doble de lo que me paga tu mujer, más el 20% de las acciones de la fábrica de potitos.

- ¿El 20%?

- No. El 20 no. Ahora va a ser el 30%. Además, te vas a desnudar, a untarte aceite por el cuerpo, y a bailar delante de mí mientras esta me la come.

- Peroooo....

- Venga, venga, que se va el tiempo y esto se afloooja.


El aceite para untar, siempre de oliva virgen extra


Esta trepidante historiá seguirá en el trecer capítulo de Adalberto y el caso de la fábrica de potitos. ¡No se la pierdan en... Historias y Devaneos!

viernes, 16 de enero de 2009

La fábrica de potitos 1

Capítulo guan


Era una noche de esas que hielan el cuerpo. No hacía frío, pero lo espeluznante de la noche era suficiente para que se te pusiera la piel de gallina. Era una noche elegida para la consecución de hechos tortuosos, de esas que sabes que ciertamente pasará algo que cambiará tu vida por completo, que cada dos pasos caminados, se mira para atrás por si alguien te sigue.

Adalberto Mate era un detective del tres al cuarto, ex-policía. Salió del Cuerpo por sus constantes líos de faldas y repetidas insubordinaciones y acabó por hacerse detective privado sin licencia.

Adalberto.

No pondremos sus características físicas para que el lector se las pueda imaginar a su gusto. Pero es muy feo. Feo de cojones.
La verdad es que nunca fue muy eficiente en el trabajo y lo poco que ganaba se lo gastaba en putas, pero últimamente había hecho algún trabajito fino y ganó puntos para su reputación y gracias a eso ahora estaba trabajando para una rica empresaria dueña de las famosas factorías "El cocinero", "Gallina negra" y "Potitos Nestlé, para mi bebé".El trabajo que tenía entre manos con la acaudalada señora era el típico de "pasta por cornamenta", o sea, la cosa consistía en probar que el marido de Anacleta Tami, que así se llamaba la señora, la engañaba últimamente con Eusebia Ducto,la chica de servicio.
Este gran hombre era Alejandro Medario, un gran tiburón de las finanzas internacionales y que, como gran magnate, disponía de una larga lista de importantes contactos entre los más variopintos círculos sociales. Eso a Adalberto le ponía la piel de gallina, mucho más que la noche.

Anacleta.Momento inmortalizado por Testigos de Jehová al ofrecerle su celebérrima revista "Atalaya"


Alejandro practicando su sonrisa especial para ligar.

Eusebia con uniforme oficial


Vamos a recapitular toda la información porque yo soy un poco corto y con esto de los nombres, los personajes y todo el follón, al final no me entero. Así que vamos a resumir:Por un lado tenemos a Alejandro y su esposa Anacleta.Anacleta cree que Alejandro le engaña con la chacha, Eusebia.Y para probarlo, contrata a nuestro protagonista de la historia, Adalberto.Todo claro ¿No? Pues seguiremos en el segundo capitulo.

Esto es nuevo!

Bueno, querida abuela, que como siempre eres la única que sigues mi blog. Decirte únicamente que éste será desde hoy, la base de todas las idas de pinza de mi mente.
Primero, voy a rescatar a un personaje muy entrañable y colocarlo en este nuevo marco. En efecto, buscaré en las antiguas páginas de historias del ejército azul y daré vida de nuevo a Adalberto.